¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Alma ardiente


Porque a veces los buenos momentos nos llegan de sorpresa... y es nuestra más absoluta elección perpetrarlos. Jugarse por un sentimiento, por un instante bordeando lo irreal, lo pefrecto...


Sólo cierro los ojos y recuerdo ese instante una vez más... una y otra vez... como viviendo un trance del que jamás he querido salir. Tanto que lo he buscado, tanto que lo he anhelado... tan lejos que lo sentía y tan cerca que lo hiciste ver...

Tan poco tiempo... tanto tiempo... sólo nociones. Sensaciones de un tiempo hasta aquí en una compañía que se anhelaba, certezas de que finalmente el momento ha llegado. De las cenizas más opacas y consumidas revive la llama. Animándose una vez más al ardor expresivo, al abrigar con la paz y su calor a quien desee acobijarse a su reparo.

Todo una cuestión de querer... de soñar... de animarse a sentir y respirar. El sendero se ha marcado ante nuestros pies, y elegimos, con valor y constancia, transitarlo a la par. Al unísono. Al latir sincrónico de los ideales y los sueños.

El camino que se accidentó en el transcurso casi tiene un sentido. Un por qué. Una razón de ser. Mirar hacia atrás es sólo entender la razón de como fue que llegamos hasta aquí. Mirar hacia adelante el deseo de marcar el paso igual, exacto, justo y necesario. Bordeando el milagro.

Y vuelvo a abrir los ojos... y veo lo mismo que veía con los párpados guareciendo. El mismo sueño, la misma razón. Porque ya llegó el momento, en donde el calor que se siente, demanda que sueño, realidad, deseo y razón, finalmente se vuelve sinónimos. Se vuelven todo lo mismo escuchando un eco... el recuerdo de un instante que se perpeta y se fragua en lo más profundo de un ser...