Tragos sin tiempo

Algunas cosas, realmente, distan demasiado de una explicación. No tienen razón... no la tienen. Pero entonces, ¿Por qué? ¿Por qué son tan trascendentes? Mi insano criterio manda algo... que tiene mucho que ver la pasión. El defender algo más allá de los argumentos. El estar seguros de que tan bueno es algo como para darlo todo en función de ello. Trascendencia absoluta de algo que no se explica con razones. No con las razones, ni las de la mente, ni las del cuerpo, ni las del corazón. Aún más profundo...

Copa solitaria otra vez
te invito aquí esta noche.
A que como aquella vez
nos superemos en derroche.

Quizás ya no lo recuerdes
a aquel impulso del peso
o quizás yo me entrevere
y en el deseo, regreso.

Memorias entrecruzadas
por una vida pareja.
Proezas inigualadas
de una vista perpleja.

Momento de respiración
para digerir todo esto,
un instante de reflexión
para amoldarme más quieto.

Fuego eterno, me has llevado
a conocerte por dentro.
Que no me has olvidado
será todo lo que siento.

¿Por qué será tan difusa
la imagen de un perfecto?
¿Acaso será excusa
de un impulso directo?

¿Son preguntas sin respuesta
las que me atrevo a plantear?
¿Esta espada asesta
su golpe más letal?

Es el vértigo de no temer
ni al peor resultado...
el desquicio de atrever
a desafiar el dictado.

Ya no soy más mi enemigo,
mi lucha es tu lealtad.
Ya no temo a mi destino,
nuestro vuelo, el ideal.

Fuego eterno, me has llevado
a conocerte por dentro.
Que no me has olvidado
será todo lo que siento.

Fuego eterno acompañado
por tu presencia, entro.
Se que tú me has cambiado
todas mis formas, lo siento.

Fuego eterno, a mi lado,
con tus llamas yo me tiento.
sueño vivo realizado,
aún más allá del viento.