¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Revolución abierta



En alguna que otra ocasión debemos de pensar en que tanto se puede mover uno para cumplir los sueños. Donde está el límite y hasta donde va el verdadero potencial y cuando se vuelve una capacidad.


Ha costado creerlo. En un panorama por demás de árido en el que parecía un crimen letal el soñar con una nueva suerte, el permitirse imaginar que la reversión existe, el esperar que los vientos cambien su curso… todo parecía improbable. Pero tan improbable como los eventos fueron las intervenciones de los artífices para que tal giro se materializara.

Habiendo nacido de la voluntad de los hombres ese deseo por el cual las cosas pudieran ser mejor para ellos mismos, y a su par para sus semejantes, era cierto que el objetivo debía de ser muy arduamente trabajado y que el procedimiento iba a ser largo y difícil, pero la recompensa que esperaba al final del trayecto hacía meritorios los sacrificios pertinentes para llevar a cabo una odisea.

Las caídas se presentaron. Era hipócrita pensar que no las habría, pero se habían preparado para superar las desventuras del recorrido y hacerse más fuertes a cada paso, siempre en busca del sueño y teniendo como mayor arma el puro propósito de la misión: No era desafiar a los agresores, sino era el recuperar la felicidad que era suya por derecho natural. Derecho que alguien se atrevió a quitarles y ahora anhelaban recuperar.


La revolución ya se había dado, pero no sólo en el escenario en el que estaban situados, sino que además ya había triunfado en sus propios seres: La intención había sacado a relucir lo mejor de ellos mismos para poder usarlo en pos de un fin por demás de significativo y con la esperanza que se propagara con el soplo del viento en todas las direcciones.

Poco a poco, dándose cuenta del nivel que habían adquirido, si bien sabían que no era el máximo de su tremendo potencial, habían sido concientes de que se había superado el temor y la frustración: Sólo existía en ellos el coraje para seguir el forcejeo y seguir adelante. Su voluntad se había vuelto inquebrantable. Fundamentada por distintas razones en cada quien, pero ya sin posibilidades de ser desbaratada.


Los eventos sólo deben seguir el curso natural… sólo debe fluir el paso del tiempo para que la realidad y la imaginación se mimetizen al punto en que una sea la otra y viceversa. Ya el cielo despejaba y se veía un nuevo brillo en el horizonte… el propósito se ha cumplido.


Y así como ellos, quienes presenciaron los eventos entendieron que el primer cambio nace en uno y mientras se tenga el valor suficiente y la voluntad exista, no hay propósito que no se pueda dejar de alcanzar por más lejano que parezca y más adverso que este se manifieste. Y que sin importar lo que pase, es el sueño el que nos muestra el final del camino. El que vale la pena realizar.

1 Comments:

At 7/2/08 3:40 p. m., Blogger Nadia Pereira said...

Me encantó lo de "crimen letal el soñar con una nueva suerte". Y también eso de ver a la felicidad como "derecho natural"
A pesar de lo dificultoso, y de las odiseas, es muy positivo animarse a trabajar por nuestra meta siempre. Los sueños nos van marcando la ruta. Un beso

 

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