¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Centros de tormenta




Sin importar lo que suceda, se encuentra la forma de seguir.


De vez en cuando nos toca rendir algunas pruebas que no esperamos y que no nos tenían preparados, pero sin embargo debemos de sacar adelante la mayor fuerza que tengamos y brillar por lo que creemos mejor y más justo. Relucir en medio del vendaval errante.

En el ojo de la tormenta es donde esto parece más difícil porque si bien en el centro es donde muchas veces se está más a salvo, inspira muchas más dudas al soplar en todas direcciones a la vez. Es donde más tenemos la necesidad de salir del modo que sea necesario.

Pero también es donde tenemos la oportunidad de con acciones claras poder salir de mejor manera de lo previsto y con un camino que se allana, porque los propios vientos nos muestran el paso para escapar de su enredo y de su influencia que complica.

A la larga, siempre aparece una manera para poder salir de cada problema por el potencial. Con el tiempo se nos revelan formas de superarnos a nosotros mismos y llegar siempre un poco más alto, siempre y cuando esté la disposición y la insistencia suficiente para afrontar los contextos.

Es al final cierto que nuestra capacidad no pasa por que tan fuerte es la tormenta que desafiamos, sino que sería más próximo por como nos comportamos dentro de la misma. Marca muy bien la diferencia natural entre carácter y valor, donde se diferencia la fuerza de la voluntad. Donde se manifiestan los ideales que aspiro a seguir.