Luces del latir

Bueno, aquí otra vez. Entre papeles. Bueno, aquí lo que se viene: Para mayo cumpliré con un cambio estético en el Blog para darle un aspecto un poco más renovado mientras me vienen nuevas ideas para textos. Demasiado de todo pero poco de nada, podría decirles. También buscaré la forma de darle más difusión, pero eso que quede para ustedes. Jejeje. Y se puede venir que intercale algún texto en verso (No, para alguien que sé que va a leer esto, no es imitar a nadie. Suerte con tu página. Avísame cuando esté)

Llegan a veces esos momentos en los que el pensamiento se cierra en la preocupación que tenga por algo o por alguien. Momento en el que el mundo parece cerrarse, o bien al menos, entornar un poco la puerta, de tal forma que el enfoque en eso que queremos sea mucho más amplio.

A veces pasando por una cuestión voluntaria y otras tantas por una consecuencia inevitable, es en estos instantes donde nos toca mirar dentro de nosotros mismos y encontrar la inspiración y la claridad para seguir adelante. O por lo menos intentar hacerlo para no seguir estancado en un ciclo.

Y aquí es donde entran en juego los lazos que cada quien tiene, porque si hay algo que siempre te da fuerza para seguir luchando, ya sea en una especie de juego o en una más árida realidad, es el apoyo que puede ser recibido de parte de quienes sean importantes: Una palabra, una imagen, una nota, una canción... cosas que pueden parecer insignificantes a un general, pero que para alguien en especial resulte en algo tan preciado como por momentos necesario. Todo radica en el significado que tenga lo que nos dé más fuerza.

Son esas cosas que logran encender nuestra calidez, nuestra lealtad y nuestro aprecio, porque (algunos lo llamarán inercia. Yo prefiero lealtad) nos sentimos en gratitud con ese manifiesto y sólo podemos pensar en agradecerlo y buscar alguna manera para que quien se haya encargado de brindarnos esa calidez podamos hacer, a nuestra manera, algo muy parecido.

Y así se enciende esta luz. La que espero sea mi guía y mi estandarte. La que me ha acompañado en este trayecto y es mi mayor inspiración. Me arranca una sonrisa y me incentiva a seguir adelante con el propósito, aprendiendo sobre la vida en este periplo, y dándome cuenta que quienes me rodean son simplemente estupendos. Así que con ellos como inspiración el viaje prosigue, porque mientras se recuerde esto, uno nunca estará perdido.