¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Crónicas exiliadas




Cuando el rojo le gana la pulseada al gris. Cuando algunas cosas pueden y deben de ser lo que más y lo único que importe... gracias a todos. Aviso de antemano que es el texto que más encarado está desde el lado más oculto de mí mismo...

El tiempo pasa pero no deja de recordarme como llegué hasta aquí. Como soy lo que soy. Como he justificado cada paso. En el que no me ha dejado de recordar cada herida y cada curación. Ni deja de lado cada lazo y cada pérdida. Sabio es el mismo por mostrarme las formas, y necio resulto al pretender malearlas.

Ya no estoy donde debería estar... pero el lugar va un tanto más allá de eso. Una mera noción física que puedo y quiero desafiar, ¿pero por qué despierta tanta frustración una simple idea? Por lo que se encierra más allá de la misma. Porque se recuerda lo hecho para "alcanzar" ese lugar, y por el enorme incierto que implica llevar eso a la nada. Partidario constante de luchar por el ideal hasta el fin, pero jamás a expensas de otros (Sería egoísmo vano)

Ni siquierea atreverse a que el coste sea de parte de los seres que despiertan y conservan tanto afecto y calidez. Los mismos a los que se les debe y a la vida misma y cosas que van mucho más allá de la misma. A quienes se está entera y eternamente agradecido y si fuera por uno, se daría todo para darles una alegría siempre y quienes saben a la perfección que siempre que lo necesiten sólo deben invocar a quien escribe. Por quienes se logra atrever a quebrar límites, tendencias y quizás toda norma existente.

Estando ustedes siempre con la mejor intención y la incondicionalidad digna de admiración y la más sana envidia es que se convierten en la mayor y única inspiración... pero un poco más que eso: La razón de existir.

En estos momentos sólo queda aspirar a rectificarse con las fallas cometidas ante quienes menos merecen algo así. Y con especial énfasis en los lazos pesa el arrepentimiento, porque si bien fortalece la promesa de seguir el proceso, no tienen nada merecido ser víctimas del rencor que nace de un origen totalmente ajeno y propio a la circunstancia. Y no se olvida que sólo es eso: Un contexto circunstancial.

Es en este instante donde se fortalece lo prometido, la lealtad y la gratitud. El tiempo seguirá pasando y mostrando su razón, pero también sabiendo que hay detalles con los que no podrá jamás. Los detalles que exceden a la razón fría de la mente. Los mismo que seguirán brillando en la eternidad. Las razones por las que el proceso seguirá... mi razón para existir... mis afectos...

Sumidero de voluntad


Nota: Quiero destacar que por más mío que parezca, no hice ese dibujo. ¿O me ven haciendo espirales tan prolijas y concéntricas? Jajaja. Pero bueno, recentrándome: Tengo bastante para escribir en estas épocas, así que seguramente reanimaré esto con un poco de lo que me que gusta hacer y que espero como siempre que sea de su utilidad y agrado.


Siempre asumió que los retos no eran fáciles. Que para conseguir algo valorable había que sufrir un poco al menos para poder apreciar su verdadero valor, el real significado que tiene esforzarse más allá de los límites pensados en busca de los objetivos que se anhelan

Todo nace de un deseo: El origen se centra en querer algo, más allá del contexto de si es personal o no, pero hay que querer algo que no se tiene para “echarle ganas” y empezar a proceder en pos de la meta buscada.

Claro está que el camino presenta obstáculos, más o menos áridos. Los mismos se encargan de filtrar a aquellos que aún no están preparados para seguir avanzando en este camino, y en el caso límite, menguar el sueño de los que no tienen la voluntad de seguir esforzándose. De aquellos que no quieren seguir en busca del anhelo.

Aunque, como muchos, cree que el verdadero problema está en la acumulación de los mismos, que se encargan de drenar las expectativas y los sueños. Pero siempre surgen quienes nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos.

Parece incierto, pero en los momentos más complicados, si realmente hay interés, alguien aparece con la acción exacta para que nos atrevamos a desafiar la adversidad (y la lógica en algunos casos) y seguir en busca del sueño. Esos seres impresionantes que nos muestran que siempre se puede apostar a más y a seguir adelante. Porque la única manera en la que un sueño debe terminar es que se lleve a la realidad.