¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Tiempo impropio



Aquí ando una vez más por aquí. Para culminar lo que fue la etapa 2007 de Mirages. Debo reconocer que es una etapa mucho más madura, tanto del contenido como del autor que a sus humildes inicios. Donde pesa la experiencia de lo vivido y con quienes se ha vivido. Muchísimas gracias a todos. A quienes me inspiraron, a quienes han leído, a quienes han comentado y a quienes han criticado. En resumen, a todos los que tienen algo que ver con el contenido o conmigo. Aquí les dejo el último del año: Para reflexionar sobre quien controla que en un aspecto muy particular que nos aqueja a veces.


Es este tiempo el que pasa... o el que creemos que pasa... o el que creemos que nos pasa... tiempo del que siempre queremos adueñarnos, pero a cada tanto nos demuestra que no lo podemos dominar... tiempo que el presuroso considera caprichoso, pero el paciente más justificado.

Cuesta creerlo: Sigue su paso firme y constante a pesar de todo. A pesar de la inquebrantable voluntad, prosigue su avanzada progresiva, pasiva, inevitable. Esa avanzada que de por sí sabemos que en algún momento también nos llevará a nosotros.

Pero eso no quiere decir que estemos condenados por el mismo. Tenemos las armas para girar el tiempo a nuestro favor, y la primordial es no dejarnos acomplejar por el mismo. Es algo muy relativo: Se reduce cuando estamos más a gusto y se extiende en los momentos que deseamos finalizaran... pero hay algo que el tiempo no nos puede quitar: Lo vivido y las alegrías.


Las mismas nos llevan a revivir en un contínuo los mejores momentos. Esos instantes que marcan nuestra existencia "perpetua" y que nos permiten disfrutar lo bueno que se puede conseguir. Ese contexto es el que refrena y cuestiona el andar del tiempo. Algo que parece tan ligero, pero que nos resulta tan significativo.


Es tiempo. De revaluar los compromisos, los afectos, lo vivido y lo venidero. Siempre es tiempo para darse una alegría a uno mismo y a aquellos que más nos importan. Sin importar cuanto tome: No es el lapso lo que vale, sino la propia intención. El deseo de dar y recibir algo bueno en la vida. El potencial de paralizar nuestro tiempo relativo en la mayor felicidad, para afrontar de la mejor manera lo que deba venir, que no se sabe si será bueno o malo... pero estando más predispuestos, será mejor. Y contra eso nada hace el paso del tiempo. No mientras la voluntad bien enfocada esté en nosotros.

Llamarada final




Hasta donde debe de ir el esfuerzo final para poder cumplir un objetivo, o hasta donde estamos dispuestos a llegar para materializar nuestros sueños. Y que tan alto podemos llegar a volar si no pensamos en nuestras limitaciones...



Parecía claro que esto no tenía más alternativa. Sin importar la voluntad que se quisiera, las garras del infortunio se mostraban listas y deseosas de atravesar cuanto tuvieran en frente y demostrar que siempre se puede caer otra vez. Probar que nunca hay un último fallo y menguar con sus armas toda similitud con la voluntad.

Si bien pareciera que es implacable e imposible de superar para muchos, existen también presencias que nunca tiemblan a los golpes. Esencias que parecen no conocer el significado y efecto de la frustración. Algunos incluso capaces de mimetizar estas eventualidades y transformarlas en nuevas armas para superar cada nuevo desafío que se presente a cada instante.

Son cosas difíciles de entender... ¿Cómo estos seres son capaces de manifestar tanta fuerza interior y tener la habilidad de con su llama reducir a cenizas todos los temores y las dificultades que se manifiesten? ¿Cómo son capaces, de con ese calor albergar y guiar a quienes temen, y también brindarles nuevas fuerzas para seguir sus peleas? ¿Cómo iluminan el camino a seguir en busca de cumplir los objetivos que cada uno se planteó?

Algunos suponen que son capaces de brillar y luchar como si no hubiera un mañana. Como si todo se resumiera a esta instancia y que son excelentes rindiendo bajo presiones. Una “especie” de élite que sin importar cuan alta esté la vara, ellos lograrán sobrepasarla y esclarecer las dudas de muchos, inmolando la desesperación e incinerando los miedos.

Cuando las horas aciagas lleguen, recordarán algunos que son oportunidades renovadas para mostrar el verdadero potencial. Para exteriorizarlo. Y puede ser una alternativa verlo como la instancia final... como el límite. Será entonces tiempo de arder con toda nuestra flama interior y superar la eventualidad. Tiempo de revertir los procesos. Tiempo de despertar la máxima voluntad. Será el tiempo...

Retrospectiva de valores




Después de un tiempito a media ausencia, creo que es hora de volver a una de mis más viejas y más sanas pasiones. Escribí esto hace casi dos meses, pero por contratiempos "naturales" no pude subirlo antes. Ahora es hora de subirlo. Les dejo a ustedes la interpretación.


Es curioso como ha pasado el tiempo desde ese día... en el cual he recordado continuamente ese duro momento que te hice pasar. Que irónico como sabemos que fui el artífice de todo esto y que incierta la fe para querer solucionar esto a pesar de todo.

Prometí al conocerte que no te haría daño... pero sin embargo por una necedad rompí mi propia promesa. Hipotequé el valor de mi palabra por una supuesta protección... por no ser capaz de valorar lo que realmente importaba. Por no ser tan bueno como tú.

El tiempo me ha enseñado bien y me ha mostrado esta verdad: Siempre quisiste ayudarme. Ser una amiga, una guardiana... pero fui tan tonto para querer evitarlo. Supe agradecerlo, pero no valorarlo. Por ser incapaz de ver dentro de mí terminé perjudicando la integridad de protegerte.

Como dice una canción que escuché tiempo atrás: “¿Cómo matar la ilusión de alguna vez verte volver?”. Luego entendí el porque: Porque siempre quise que la ilusión existiera. Porque esta ilusión sólo terminará cuando se haga una realidad. Seguiré insistiendo y seguiré creciendo con la esperanza de seguir aprendiendo de tu amabilidad y pureza.

Espero haber entendido esta vez. No soportaría seguir dando problemas. Sólo quisiera que algunas cosas volvieran a ser como antes. Y valorarlas como lo que realmente son.