¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Al exterior



Quizás las palabras no me dan en este momento para transmitir todo lo que quisiera... sólo espero tener una buena aproximación...


...ya no has de temer. Se acerca el tiempo. La voluntad ha mostrado su antojo y ha mostrado hoy su desenlace. Toma un respiro. La batalla ha sido larga. Entrecorta tus jadeos en busca de la clemente y dominante calma.

Llega el tiempo. No por pretender disminuir el paso vas a dejar de probar lo hecho. No es el punto el esfuerzo desmedido, sino el estirar la cuerda justa del instrumento de tu actitud. No es el objetivo probar tu resistencia, sino contemplar tu claridad.

Empiezo a entender. A empatizarme con tu ser. Que quizás la prueba es la equivocada o tu respuesta era la inesperada, pero no porque no estuvieras lista para algo así, sino por exceder las expectativas. Pero veo claramente que también estoy a la altura de las circunstancias, con un giro y con la inicitativa justa y debida. A la altura de tu ser.

Pensé que en algún momento iba a temblarte el pulso, pero el sólo paso del tiempo mostró la firmeza de tu mano. Firmeza que me sujetaba sin soltarme, pero no por retenerme, sino para enseñarme como he de mostrar la mayor de las fuerzas. Sin parar y sin merced ante la tempestad, me mostraste como oprimir mi quijada cuando los vientos soplan y relucir mi tenacidad.

Superado el camino es que entiendo lo que debo: Que hemos de salir adelante, pero no como uno sólo, sino con lo mejor de uno y la fidelidad de otros. Removiendo de las paredes las impurezas con virtudes, tenacidad, amor, lealtad, calidez y dulzura.

Forja de cristales


La renovación a veces trae consigo la adaptación de los mejores brillos.

Hemos aprendido con el paso de la vida
a poder observar la sublime claridad
Con la eliminada necesidad de la huída,
la que permite disfrutar la dulce realidad.

Sueños encajados en las formas de cristales
encerrando consigo la ilusión renovada.
Trayendo un temple que te lleva a nuevos avances
que te harán poder conseguir tu meta anhelada

Las batallas más fieras pasarán al pasado
eliminando la ansiedad de en los campos sangrar
La experiencia constante que forja este legado
da superación para querer tu ser resguardar.

Tiempo ahora de nitigar la preocupación
y alimentar la llama que apareció en mí.
Encontrando ahora novedosa iluminación
y permitirme reflejar siempre lo mejor de tí.

Destino incierto



¿Existe acaso el destino? ¿Controlamos plenamente nuestra vida? Tú decides cómo hacer la diferencia.


Quizás una de las preguntas que más se plantea la humanidad en su conjunto es si esa cosa llamada destino es de real existencia o simplemente es un concepto creado para intentar justificar algunas reacciones o falta de las mismas.

Y más allá de eso, surge una segunda pregunta de causa natural: ¿El destino es rígido? ¿Realmente podemos cambiar el plan que hay para nosotros, si es que acaso existe ese plan? Una vez que nos embarcvamos en una suerte, ¿Hay posibilidad de volver atrás?

Es quizás el planteamiento justo. Necesario. Conveniente. El que por un lado puede exteriorizar nuestra fuerza de voluntad y el que por otro es capaz de sacar a relucir nuestra creencia en algo distinto. Tiene giros por demás de curiosos.

El tiempo es el que se encargará de revelarnos que se espera para nosotros. La pregunta fundamental: ¿Qué hacemos mientras? ¿Esperamos lo que creemos? ¿Luchamos por ello? ¿Lo cambiamos? La respuesta sólo radica en cada uno. En lo que crea y en lo que quiera. Sabemos perfectamente hasta donde podemos adaptarlo. Es cuestión de hacer el intento.

Regeneración





Ninguna herida es lo suficientemente eterna y firme. Las marcas de la experiencia y del vivir son una cosa, pero eso no son heridas. Son procesos que cada uno han de vivir. En ningún momento me atrevería a predicar que las cuchillas lastimarán toda la eternidad. Gracias a todos por la compañía de siempre.


Quizás mis heridas no sean tales de temer,
sino la simple muestra de la continuidad.
No sé si verás que no me he de estremecer,
Sólo es mi simple escape de esta realidad.

Experiencia conseguida en enormes batallas
Con la carne magullada tras tanta metralla,
A través de dolores, a través de existir.
A través de mis errores, pero siempre seguir.

Perfectamente conciente que no es el final
tomo el aire justo y la piel sóla se sana
El tiempo será impaciente, pero nunca letal
y fortalece el regreso que renueva las ganas.

El único error fue abandonarme con vida,
Renovadas ilusiones sin verlas perdidas.
Sabiendo de cosas que están fuera del alcance.
Lucho por lo más justo, por nuestro eterno enlace.

Cambio de promesas




A veces las promesas no son lo que parecen... simplemente se pueden moldear o adaptar para fortalecer su valor y contenido. Para reforzar el lazo.





Te dije tiempo atrás que el tiempo y la distancia no afectarían nuestro trato... pero parece que me equivoqué. Tu presencia está mucho más allá de las nociones de la percepción humana y existes en todas las formas y en todos los aspectos.


Dije con certeza que conocerte era lo más valioso que podía tener... pero me había equivocado. Porque el simple hecho de poder haberte visto y de verte es algo que no tiene ningún valor comparable con cualquier cosa que exista o haya existido.


Afirmé que nunca te intentaría lastimar... pero las cosas dieron un cambio. Descubrí que lo que quiero es ser tu escudo y protegerte de todo lo malo que te pueda pasar y absorber todo eso para que tú estés tan bien como sea posible.


Es cierto que te prometí que te iba a recordar... pero me es imposible de hacerlo. Uno no puede recordar u olvidar a quien siempre lleva consigo y logra ver a esa persona en todo lo que hace y todo lo que hace la engloba.


Te prometí que sería capaz de dar mi vida por tí... pero no puedo. Porque mi vida ahora no es mía, sino que ya está en tus manos y eres tú la que decidirá que es lo mejor que puedes hacer con ella para tí. Es lo único que importa.