¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Atrapante búsqueda


Por no encontrar en primera instancia no hay que dejar de buscar lo que queremos encontrar...



Algunas preguntas son ineludibles a nosotros mismos: ¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿Estamos seguros de que es lo mejor? ¿Realmente no existirán alternativas? ¿Puede ser más fácil? Interrogantes frecuentes, casi crónicas, casí permanentes...

...pero que no dejan de tener una respuesta. La misma que yace en nuestra convicción y nuestra mayor pureza. La que se encarga de tranquilizarnos en un momento más desesperante y nos recuerda que tenemos buenas razones para lo que hacemos.

Siendo nuestras certezas el abrazo que nos resguarda de nuestros miedos e incertidumbres, nos entregamos y le correspondemos con un redoble casi inhumano, pero sólo en el sentido metafórico, dado que realmente cuesta creer que por algo tan simple podemos quebrar barreras, de la vida y la realidad misma.

Sin importar de que estén constituídas las desaveniencias, el método de enfrentarlo puede ser el mismo, que quizás suene radical o redundante, pero es por completo efectivo y óptimo. Al punto en el que realmente canaliza y explota lo mejor de cada ser humano... el brillo que lleva dentro, que por momentos es más o menos discreto, pero siempre acompañante. Siempre fiel. Siempre ayudante.

Miramos hacia atrás, una y otra vez, a veces con nostalgia, a veces con dolor, a veces incluso con miedo del porvenir... pero siempre encontramos esa calidez, esa ternura y ese fuego que nos abriga... ese impulso a desafiar a cualquier eternidad, de que podemos ser mucho más de lo que un supuesto decida. De que realmente, tenemos la confianza en cambiar el mundo para nosotros mismos.

Sin importar el tiempo que nos quede, el objetivo es simple y claro: Saldar la deuda de vida que existe. La inspiración por un lado no se paga, pero siempre nace de lo mejor. Y es por eso que ha de ser retribuída con todo lo que se pueda ofrecer. Con lo mejor de nuestras vidas, por y para las mismas.

No te preocupes nunca más. Sabrás que te cuidaré siempre.

De revés





El premio a la perseverancia que sí existe cuando uno sigue insistiendo a pesar de estar en malas y recordando por qué hace lo que hace...


Quizás a veces no es tan fácil proseguir, pero no obstante sabemos que es lo mejor. Que tenemos la certeza de que nuestro camino es nuestra seguridad, y por él debemos de transitar con la convicción más estable posible.
Quizás sea cierto que es fácil asegurar cosas y sentirse afín con ello, pero también es más cierto que cuando tenemos la evidencia para sostener lo que decimos, es mucho más sobrellevable y convincente.
Quizás sea cierto que algunas cosas son sacrificadas de lograr, pero es una realidad muy firme que cuando se logran, todo lo sufrido se vuelve una sola satisfacción magnificente que es una delicia absoluta para el paladar de uno y sus allegados.
Quizás sea una cuestión de oportunismo, pero ante el esfuerzo y la perseverancia, pocas retribuciones son casualidades.
Es tiempo de reconocer que con una actitud constante y deseosa de superarse, no existen especulaciones: Sólo resultados que estarán en el porvenir a lo sumo. Donde realmente, lo mejor de nosotros se ve en el camino y se plasma en nuestros éxitos. No dejen de pelear nunca por los sueños.