¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Un vuelo más

Después de un eón, más o menos, decido volver. Espero que de aquí en más, demore menos tiempo en volver a pasar por aquí... este vuelo seguirá adelante... debe seguir adelante.



Sin importar donde me encuentre, conseguiré las fuerzas para seguir adelante. He visto como conforme han pasado los tiempos, los días, meses, años, algunos sueños han sido simplemente olvidados, con la "explicación" de que un sueño más completo aparecerá más adelante en el camino. De que algo distinto surgirá y se acoplará más exactamente a lo que sueño...


Es aquí donde digo basta. Donde me levanto insurgente ante esa explicación autosuficiente. Los sueños no se hacen para ser suplidos por otros. Se hacen para ser vividos. Para soñarlos se necesita imaginación. Para contarlos, se necesita transparencia. Para vivirlos, se necesita ilusión. Pero para defenderlos, sin importar lo que suceda, se necesita valor y se necesita amar esos sueños.


Podrá ser más o menos difícil... meros conceptos, en este observador. Lo que es fundamental es que valga la pena. El estar dispuesto a superarse uno mismo en busca de ellos. Crecer a raíz de las cirscuntancias y de los traspies del camino, y por sobre todas las cosas, animarse siempre un poco más.


Uno puede tambalearse, precipitarse, hasta cierto punto, a uno se le puede permitir caer. Pero lo que no se permite en un sueño, es el resignarse. Si realmente uno cree en su sueño, se animará a volar. Sin importar que tan lastimadas estén sus alas, encontrará la manera de volver a volar, de volver a cuidar de lo que uno más ama. De armarse de valor, coraje, paciencia y esperanza para seguir intentándolo.


El sueño jamás escuchó de razones. Jamás lo hará. Sólo se nutre de la esperanza y de la perseverancia, porque sabe muy bien que es todo lo que necesita. Es lo único que verdaderamente necesitamos. Un sueño que cumplir, una esperanza que alimentar y un vuelo que remontar.


...sin importar cuanto cueste... jamás me resignaré. Es necesario seguir adelante. Es obligatorio darlo todo y más. Es una misión de vida, ante todas las cosas, cuidar los sueños del futuro. Se derribarán las paredes, se acabarán las fronteras, y un día, antes de que nos demos cuenta, estaremos viviendo con la paz. Estaremos viviendo con la certeza, de que lo primero se logró. De que el sueño se está viviendo. Una vez que eso suceda, sólo restará lo más sencillo y complejo a la vez: Cuidarlo para siempre.


Pero lo primero, es y será lo fundamental: Remontar el vuelo. Con lo mejor de cada uno. Con el alma ardiendo al máximo y con las alas extendidas. Dispuestas. Cree en ti mismo, cree en los sueños, cree en la esperanza. Pero ante todo, vuela tan alto como puedas. Desde tan alto es más simple ver como creer.