Cuerdas ténues

Tratando de buscar la resonancia exacta...

Sutiles cuerdas vibrarán
compases, notas que oir
esperan y fieras, gritarán
privando seres de dormir.

Aire mecido en suavidad
ondeando al viento sin parar
ahora presa de vanidad
olvida siempre descansar.

Oscila, tiembla, respira,
no tienes tiempo que perder,
susurra, clama, olvida,
el deseo sabrá que hacer.

Fuerza, constancia, talento,
logra inspirarte y crecerás
tu arte no es simple lamento.
tarde o temprano, lo sabrás.

Lleva contigo los sueños,
mira siempre más allá,
más afuera de los dueños,
tus potencias, las notarás.

Semillas de esperanza

Que esto sea el principio de algo aún más auspicioso y que llene la ilusión hasta cumplirla. Que sea un gran año para todos ustedes y gracias, una vez más. Creo que este año no hay cambio de piel. Jejeje.

En una tarde de sol, se podía observar a un campesion regresar a su hogar, visiblemente fatigado, pero con gran aire de satisfacción personal. Había estado trabajando todo el día en una plantación que tenía en la tierra, preparándola como sabía hacerlo desde que tenía memoria de ello.

Luego de saludar a su familia, se dispone a contarles y escuchar como estuvieron los días de cada uno, con sus peripecias, sus aciertos y sus errores. Ve que en un momento, su hija se muestra bastante ofuscada por el hecho de que un dibujo en el que había puesto todo su empeño se había estropeado por accidente.

Se dirige a hablar con ella y le dice que no se preocupe, que seguramente si lo pudo hacer no fue un accidente su creación y que el talento está en ella y no en el papel. Por un momento la niña lo duda, pero luego se da cuenta de ello y se decide a rehacer su dibujo, tras darle un beso a su padre.

Al rato de esta situación, acude al hogar un amigo del campesino, dado que hacía mucho tiempo que no se veían. Luego de el cordial saludo y de charlar un tiempo, lo nota exhausto, pero feliz. El amigo le pregunta al campesino por qué había trabajado tanto en la tierra, si ambos sabían lo difícil que sería que algo creciera allí. La respuesta del campesino fue sencilla:

"Mi amigo, lo intento porque tengo la certeza de que algún día algo crecerá. Sé que no tendré éxito pronto, pero con paciencia y esfuerzo, confío en que algo hermoso crecerá de estos suelos. Sólo debo insistir con paciencia y confianza, mientras doy todo de mí para que así sea."

Al poco tiempo de eso, se despiden por aquella ocasión.

Al otro día, desde temprano, el campesino se decide a retomar sus tareas en el cultivo, y pasadas un par de horas, llega su amigo diciendo:

"Quizás estés loco por creer que algo crecerá aquí... pero así como tú, también lo estaré yo, porque estoy seguro de que así será. Así que vine a ayudarte a que así sea".

El campesino, aceptando generosamente su oferta, piensa para sí un momento:
"Ya algo ha crecido, y eso es tu fé y esperanza ante algo difícil de lograr".