¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Suertes de vida







Esperando que la suerte de la suerte dé una buena mano en un momento necesario...

Quizás si dejara de analizar todo en meros detalles, especulaciones, posibilidades y decisiones, podría ver un poco más allá de lo que cada paso representa en esta vida. No tratar de interpretar todo como si fueran sencillas variables en una situación versátil.

A veces, en días como hoy, toca enfrentarse a una realidad que escapa a la imaginación. Por momentos tiene su encanto, pero también su complicación. También tiene sus tragos repartidos. El balance de saber ver, elegir y preferir. Todo en un mismo momento. Todo formando parte de esta unidad.

Ahora, ahora es cuando pienso una y otra vez en lo que puedo hacer. En entender mis limitaciones y explotar mis virtudes más allá de los límites. Como si el tiempo decidiera aliarse conmigo en esta situación compleja. Sé que tengo la vida de mi parte y la fuerza para sacar lo mejor de ella. Sé que la vida y las vidas que la circunvalan también ayudaran a marcar el sendero que late con cada corazón.

No dejo de dudar en cada paso, pero tampoco dejo esas certezas que me hacen mirar en un punto fijo, perdido en la espesura del horizonte, pero que a su vez es tan claro comparado con el resto que simplemente, no puedo quitar la vista de él. ¿Cómo llamarlo? Sueño. ¿Cómo llamar al camino a recorrer? ¿Suerte? No... no al menos en el sentido del azar.

Porque veo que esto no es azar... no es todo regido por las leyes de la casualidad ni meras probabilidades de un suceso exacto. Siempre, en todo, es la que menos sucede. Tenemos para todo infinidad de opciones, y solamente sucede una. Eso no es azar, oportunidades ni suerte. Eso se llama vida. Eso, que tantas veces uno llama "milagro" cuando suceden una vez cada tanto, veo que en realidad sucede para todo.

No es descabellado pensar que suceden en cualquier momento. No es imposible desear que una posibilidad exacta acontezca. Es lo que muchos dirían "esperar ese milagro". Lo espero, entonces. Pero no sin hacer nada. Si no que sé que debo de hacer todo lo humanamente posible para que ese "milagro" aparezca en esta "suerte" de "vida". Y no sin que cada vida quiera ese milagro.

Porque en esta causa no estaremos solos. Y cuidaremos de cada vida con las nuestras. Es una promesa que nos unirá para siempre. Y sin importar que pase con nuestras vidas, mientras existan en nuestros corazones, serán inmortales.