¿Espejismos o realidades?

Pasa el tiempo y nuevas vidas que envejecen nuestra historia... Es a partir de las experiencias, tanto nuestras como de los nuestros, que crecemos y nos definimos. Y aquí la intención de estos espejismos... estas formas de ver. Por medio de un relato quizás desvirtuado, expresar algo, con la esperanza de que quienes lean, lo encuentren de su mayor utilidad posible.

(Los textos se ubican en orden inverso de publicación. Es decir, el más reciente primero)

Máxima entrega


No siempre es fácil aforntar los problemas. A veces requieren un esfuerzo que duele hacerlo... pero los hacemos. Porque es lo que creemos que nos salvará más adelante, por más del dolor que implique en el presente. No me rindo... espero no volver a decepcionarlos. Para quienes aún creen en mí, es para ustedes... yo sigo creyendo en ustedes. Y siempre lo haré.

La gran mayoría hubiera preferido que este no fuera el método y que esta no fuera la decisión. Pero las circunstancias ya no eran favorables para dar marcha atrás, por no decir que sería totalmente contraproducente, y lo que se había trabajado en una instancia simplemente desaparecería en el olvido.

Este plan había sido fraguado hace ya algunos meses... son la suerte de ideas que suele surgir cuando las alternativas para solucionar los conflictos empiezan a extinguirse, lo que suele ser la idea frontera entre la calma estratégica y la desesperación irracional. La última contención que evita el pasaje de una a otra.

El camino suele ser inflexivo cuando se llegan a los límites de una situación que plantea un serio revés: La resignación total a la suerte actual, tras la cual se busca evadirla con la mayor entereza posible o la elevación de los esfuerzos, y por consiguiente, los riesgos que ello implica. En ese caso, y a simple vista, pareciera que la primera es más factible, pero la segunda, por más de un margen de sufrimiento inicial, suele ser la alternativa que más tienta en proyecciones de plazo largo.

Claro... hay dos cosas necesarias: Una leve resistencia para aguantar un tiempo y la tenacidad suficiente para sostener lo que a primeras vistas será un esfuerzo supremo... un sacrificio, por llamarlo de alguna manera. Una ironía es hacer un esfuerzo cuando todo parece poco... más cuando se tienen dudas del resultado. Aún así, suele haber siempre un pulmotor en el temple de la resolución: Un incentivo feroz que nos guiará siempre a seguir adelante sin importar el temor o el desagrado que las consecuencias impliquen.

Es increíble: La promesa exacta... unas simples palabras elegidas convenientemente acorde a lo que cada quien quiere dirigidas al objeto o persona apropiados se pueden transformar en una fuerza impresionante para poder afrontar e incluso intentar superar la adversidad. Esto es costumbre en quienes ya estuvieron sumidos en la oscuridad alguna vez y lograron escapar: Si se fueron de ahí una vez, no quieren volver. Saben lo que puede traer, y realmente no lo desean para sí.

Recordando viene la idea principal... jamás llegaría a entregarme y no pienso hacerlo ahora. Si debo caer, que sea en la dignidad de la pelea, donde la llama arda a su máxima capacidad y pueda intentar afrontar lo que fuera. Y si se debe caer se deberá volver a pelear una vez más, con la firmeza de los ideales y con la pasión que nos incite a dar todo para evitar caer en nuestras propias tormentas. Una vez más, surgiré... y esta vez, sin siquiera evaluar fallar. Ya no hay tiempo ni interés en hacer eso. Y prepárense, ya que esta vez planeo exceder todo límite de ser necesario... no me detendré así como así. Lo prometí, lo repito y lo reafirmo: Caer sin pelear no corresponde. Volveré... y como se los prometí, no les fallaré. Haré lo que deba hacer para lograrlo, cueste lo que cueste.

Hielo derretido


¿Qué ocurre cuando se juntan una conversación y un recuerdo? Un pensamiento. En función de eso puede surgir una idea, seguida por un desarrollo del tema. Un pequeño recuerdo de la metodología tomada tiempo atrás. Va para un amigo: Que no te ganen las facilidades.


Había buscado durante un largo tiempo un escudo ante las heridas. Intentar encontrar un método, una alternativa, una postura que me impidiera sentir los filos y me permitiera, de una buena vez, evitar el sufrimiento que mis acciones o mis hablares pueden generar. A mí y a mi círculo, no ajenos a mis actos.
¿Por qué no elegir el camino del hielo? La fría barrera parecía ser la alternativa más tentadora. No presentaba mayores complicaciones ni renuncias, y me ofrecía una especie de garantía que podría cumplir el propósito que tanto buscaba. Acceder... la mejor opción.
Por un tiempo resultaba ameno. Desprenderse de los vínculos, ser mucho menos apegado a las emociones, poder ser menos dependiente a los lazos... disminuía el dolor. Pero no lograba la presunción: Apagarlo del todo. ¿Por qué? ¿Por qué aún lo sentía? ¿Qué me mantenía incitando? El método funcionaba. ¿Entonces cuál era el problema? Algo parecía generar una resistencia. Algo que me decía que ese no era el medio.... ¿realmente era cierto? No parecía, más cuando empezaba a lograr estar más apaciblemente en una “coexistencia caótica”.
Que irónico. Llegué a sentir una especie de calidez externa más intensa de parte de quienes valoraba, cuando era lo que no buscaba... quizás el estar sobre un extremo despeja las existentes diferencias con el otro. Quizás la propia voluntad de la ausencia de “toques cálidos” provocaban una ansiedad por recibirlos... pero era una idea un tanto ambigua enfrentar una ansiedad con una abstinencia. Como querer frenar un vicio con un corte seco de suministros... saludable, pero a un plazo sumamente reducido.
De alguna manera, el tiempo reducido se hizo mucho más extenso de lo esperado... pero claro está que todo tiene un final y tarde o temprano debemos enfrentar nuestros actos. Detalle derivado en una acumulación de deudas... un precipicio que parece agrandarse con sólo verlo, cuando en realidad la que engaña es la perspectiva y el foso se expandía aún más que en su apariencia. El desenlace era previsible: La manifestación impulsiva, feroz, instantánea de todo lo contenido durante ese lapso... demasiado voraz para digerirlo de golpe. Pero progresivamente, sirvió para entender. Entender lo que no quería asumir: El frío total no era la opción.
Con tantas opciones, elegir la más tentadora no era la correcta. Pero las variables no vienen al caso. El hielo fue derretido y sus restos evaporados, pero por la llama y el calor ajenos, ya que lograron fortalecer la propia a tal punto de quebrar la barrera que yo mismo elegí para cubrirme e intentar cubrirlos, pero dejando un residuo para que no lo pueda enterrar en el olvido, al mejor ejemplo de marca de ganado. Se manifestó que no era el método apropiado si el propósito era proteger y protegerse. De alguna manera, la propia calidez parecía la mejor opción a la larga... sólo requería la disposición para llegar a ella... algo tan sencillo... difícil de creer el haber hecho vista ciega ante ello...

Periplos

Luego de pasar unos días distanciado de todo quizás esto sea lo más apropiado para describir el cierre de una etapa, el cual fue con todo el esplendor posible. Les agradezco a quienes lo hicieron posible, a quienes mostraron todo su apoyo, a quienes lo vivieron a mi lado.



Alguna que otra vez se puede denotar la necesidad de quienes estamos intentado ser para lograr intentar encontrar quienes queremos ser. Buscar una alternativa para disruptar completamente la rutina para poder encontrar algo que nos permita estar en mejores condiciones.

La gran encrucijada aquí sería lograr librarnos de las “cargas” cotidianas, las supuestas ataduras a un destino que se puede creer cerrado, pero de lo que no se debe olvidar es que es siempre cambiante. Señal evidente de que siempre quedan cartas por jugar y cosas por cambiar.


Está claro que siempre se formulan dudas al intentar esto, como por ejemplo: ¿Todo será igual luego del proceso? ¿Se puede llevar adelante la reiterada rutina luego de abrir la mente a nuevas opciones? ¿No se arriesga la identidad en dicho viaje? ¿Qué tanto daño puede hacer la transición? Son dudas inevitables de respuesta abierta, las que todas son respondidas a su tiempo, forma e individuo. Lo que no se pueden pedir son respuestas “modelo” ya que nadie es un ser “modelo”.

Luego de decidir esos detalles, la cuestión consiguiente sería hallar el medio para escapar de todo por un lapso. Lo más factible es hacerlo en la forma más amena posible, definiendo en esto el contexto, lugar, objetivos y compañía, a modo de detalles. ¿Y qué gravitación tiene todo esto a la hora del proceso personal? Demasiada, ya que ahí se encuentra la fuente de cómo hacer para llegar a lo mejor de cada uno, sin importar el camino elegido.

Se considera una parte inevitable del crecer el hecho de tomarse unos instantes fuera de todo para lograr autodefinirse y poder defender lo que cada uno considera más correcto y apropiado. Para esto es que se suelen pasar por estos procesos. Se suelen tomar estos pequeños periplos circunstanciales para poder hacerse más fuerte y lograr afrontar mejor el periplo mayor, al que algunos les gusta llamar “vida”

Nuevo aire


Aquí otra vez. Luego de los cambios primarios, decidí que ya era hora de publicar algo más para ir prosiguiendo con la idea original. Durante un par de meses, al menos, la idea será que vaya intercalando algunas de las cosas que ya he escrito junto con las nuevas que vaya haciendo.
Este trabajo es el que marcó el sello de una promesa: La de sobrepasar los límites del cuerpo en función de un intento de un logro.
Quiero dejarlo como agradecimiento a quienes me apoyaron en este esfuerzo, y sobre todo hacer una mención especial a las 4 damas que me sirven de amuleto e impulso en todo momento. El esfuerzo no será en vano.


Muchos son instruidos bajo la consigna de estar preparados para lo que sea, incluso lo impensando, ¿aunque cómo prepararse para lo desconocido? ¿Cómo saber que postura tomar ante algo que nunca se pensó, y que puede llegar tan imprevistamente que nos saquen de nuestras rutinas?

Así es como muchos grandes terminan cayendo... así es como algunas llamas se extinguen... ante el paso temerario de la sorpresa, que eventualmente alcanza al todos al menos una vez. A veces con resultados favorables, pero la realidad dice que también la puede ser adversa.

Y es cuando enfrentamos esta adversidad cuando más nos cuestionamos, cuando más son expuestas en duda las verdades aptitudes del ser, cuando somos más vulnerables a las armas del dolor y el miedo... aunque no todo es tan negro como la primer apariencia de la situación.

Muchas saben buscar, en los peores momentos, de alguna manera, alguna posibilidad. Y muchos logran encontrar una luz, un camino, una vía de escape a tanta resignación. Una alternativa que permite superar todo límite y obstáculo que se interponga en los sueños que cada quien tiene, ya sea para uno mismo o para quienes quiere.

Tal vez por un gesto, unas simples palabras, un pensamiento en la distancia, un intento de manifestación, un beso al aire o muchas otras formas, son señales de esperanza. Señales que nos marcan el camino a seguir y que nos permiten recuperar la voluntad para seguir luchando, sin importar con y contra que, en la constante búsqueda de uno mismo.

Ya sea en el ferviente amor de una madre que daría todos por sus hijos, en el abrazo del amigo que muestra, da y encuentra cariño y comprensión en buenas y malas, en la solidaridad del hermano que siempre dispuesto a hacer las veces de espada y escudo o en las palabras del compañero que nos sirven de consejo y guía. Esto como simples ejemplos, son las cosas que logran despertar en el ser humano lo más importante y valioso de cada uno.

Se logra reavivar la voluntad de seguir luchando, digna de los más grandes guerreros, que siempre aceptan los retos, sin importar la dificultad. Y siempre logran salir de adelante, por creer en ellos mismos y en quienes creen en ellos. Y si fallan, los más fieros y desafiantes aprenden de ese fallo, ya que quienes logran aprender de esos errores, no pierde nada, sino que además, gana una batalla que podrá revertir la suerte de una guerra más importante. Dicen quienes saben que mientras los que aceptan sus situaciones alcanzan la felicidad, quienes la desafían logran conseguir la gloria. Quizás no la ajena, pero la propia seguramente.

Y es en esos instantes cuando se debe estar dispuesto a levantarse una vez más, no sólo para seguir insistiendo, sino para agradecer a los suyos por ser la verdadera razón de una nueva oportunidad. Oportunidad, que con una viento tan fuerte y una llama tan intensa jamás será desaprovechada.

Ruptura del silencio


Buenas. Aquí estamos con el estreno oficial. Antes de empezar, quiero destacar que estas son las primeras instancias del blog, el cual tendrá severos cambios estéticos en el correr del mes. Tengan paciencia, por favor, los tiempos no me ayudan.
Luego de pensar un poco cuál sería la mejor forma para iniciar el sendero, recordé un poco y me vino a la mente la idea principal: El primer trabajo que escribí. El que es, quizás, el que marca el principio del cambio. La apertura de nuevas opciones.
Pequeño escrito que compuse hace algún tiempo atrás, el cual agradezco a "Darkness Writer" por publicarlo primero. Lamento que haya desentonado tanto de tu estética.
En fin, a esto lo rotulo bajo el nombre de "Ruptura del silencio". Algunos ya lo conocen, pero para los que no:


Estaba preparado para enfrentar ese final... ese final que nadie hubiera esperado. No sólo porque el fin era poco predecible, por no decir inadecuado para que cualquier ser humano tomara, sino porque todo el proceso se guió por actos similares. Una especie de mezcla entre la alegría ajena que daba un aire de calma y el desgarro propio que la quitaba. Eligió el silencio, en parte conociendo lo que esa decisión representaba, y no estuvo tan errado en su decisión... pero falló en la medición y no se dio cuenta que se estaba metiendo en un pantano del que salir era mucho más difícil de lo que la apariencia mostraba... pero así son las cosas: Mientras la humanidad se guíe por la apariencia algunos errores se repetirán de forma sistemática.

De tal forma, el peso con el que se vio cargando (No se puede hablar de forzado, ya que fue su decisión recibirlo) fue creciendo mucho más de lo esperado... incluso mucho más de lo controlable. A tal punto en el que una vía de escape, cualquiera que fuere se hacía una desesperante necesidad. Y la encontró: Enfrentar su propio pasado y sus decisiones. Es el método que más satisfacciones deja después de lograrlo, pero también suele ser el más temido ya que hay opciones más fáciles.

Fue su decisión sellarse a sí mismo bajo el efecto del silencio, pero también fue su decisión romper el sello, En primera instancia por obligación, ya que de seguir bajo ese efecto los daños hubieran sido irreparables y el desenlace otro, de seguro, pero a medida que pasaba el tiempo, siguió eligiendo saber los errores del pasado, para intentar no cometerlos nuevamente en el futuro, tanto lejano como cercano.

Eligió saber las razones, por sobre todo, por creer que era por una buena causa. Una especie de capricho para confirmar que la humanidad en sí era buena, pero había pequeños “accidentes” que dejaban la duda abierta. Siempre pensó que la gente que él eligió para su ambiente más cercano eran los mejores ejemplos... por más de que a veces hubo quienes traicionaban sus expectativas.

Por fuerza mayor o algún condicionante externo, no pudo saber cuales fueron las verdaderas razones del pasado, pero es algo que ya no le aqueja más. Simplemente, consideró que no las hubo, pero de una forma aceptable. No eligió salir a destruir porque no consiguió lo que esperaba, sino que intentó aprovechar lo que no esperaba: Las enseñanzas de un proceso largo y tedioso, la confirmación de que en la hora más negra brilla la verdadera luz que todos llevan y la posibilidad de transmitir eso, de tal forma que él pueda ayudar a evitar a alguien pasar por tan pesado trámite.

Porque cada quien debe pasar por un proceso diferente, para intentar aprender algo distinto, que después está en su libre decisión de transmitirlo o no. Pero de no aprenderlo, estén seguros de que van a tropezar con eso eventualmente. Tarde o temprano, de una u otra manera, recibimos la recompensa por los aciertos y pagamos los errores.

Introducción


Bienvenidos sean quienes leen estas palabras. Que me presente quizás tenga poco sentido, al menos por ahora, ya que la gran mayoría algo saben quien soy. Por ahora me refugiaré bajo el "nombre" de "Lich"
La idea básica de este "espacio" será la de reflejar mi propia perspectiva, mi propia forma de ver la realidad, mis "espejismos" en una instancia que permita el espacio a la reflexión, que sirva de guía en algunos momentos, y por qué no de ayuda. También habrán algunas dedicaciones, como corresponde. Porque es mi idea mostrar estos reflejos, estos "espejismos" de una perspectiva... esta "realidad" que me toca vivir. En muchos casos, junto a ustedes.
Por ahora me despido. Saludos y espero que lo disfruten, pero por encima de todo, que les sea de alguna utilidad.

PD: Los comentarios serán agradecidos a quienes tengan tiempo y ganas de dejarlos